Desde la ciudad de Rosario, la artista plástica Carla Beretta trabaja un corpus de obra que trasciende los límites de lo bidimensional, experimentando con trabajos con una fuerte impronta del grabado y los textiles, superando los soportes tradicionales—por ejemplo la planimetría del papel—para invadir el espacio con objetos e instalaciones. Con estudios en la Escuela Provincial de Artes Visuales Manuel Belgrano, clínicas, residencias y talleres multidisciplinarios, su obra se afianza día a día en el mundo del arte gracias a una vasta producción y reflexión incansable, sumado al reconocimiento de los pares en sus participaciones en salones y exposiciones nacionales e internacionales desde 2010.
Carla expande su creatividad también hacia las artes visuales y es así como gran parte de sus últimas series involucran a la fotografía, siempre guardando una profunda conexión con el plano conceptual donde el rol de la palabra es protagonico. La cotidianeidad, la política, la conciencia social, la religión, entre otros, son temas de su interés, acentuando siempre ese punto de quiebre, aquello que internacionalmente se busca que pase inadvertido.
María Carolina Baulo: Empecemos por abordar la importancia de los contenidos, el plano conceptual de tu obra que parece ser central. Nada es casual ni persigue una búsqueda estética per se, sino que avanza sobre temas densos como son los políticos, sociales, culturales, religiosos así como lo cotidiano siempre vigente como disparador inmediato. Contanos sobre estas fuentes de inspiración.
Carla Beretta: Trabajo a partir de mis propias experiencias: los desplazamientos cotidianos y los viajes, las relaciones personales y los vínculos afectivos, lo que veo y siento en la naturaleza y en la sociedad. Dentro de la naturaleza me moviliza el cuidado de la misma y sobre todo del agua, de allí la serie “Mensajes del mar” conformado por fotografías, instalaciones y libros de artista. El trabajo de esta serie comienza con la observación de una situación que se reitera cada día, seguida de un relevamiento fotográfico diario, en un periodo de tres semanas, realizado en las playas de Ibiraquera, Brasil. Este es acompañado por una tarea de investigación sobre el impacto ecológico que producen los materiales encontrados en la naturaleza. Así se conforma esta obra como un espacio en el cual el espectador es partícipe de lo que es invisible en la cotidianeidad de una ciudad.
Por otro lado, como vos bien decis, me afecta todo lo que pasa en la sociedad, la justicia, la injusticia, las carencias, la violencia; cuando ocurre algún hecho puntual de estas características, me impacta de tal modo que el eje de mi obra se desplaza, no me puedo mantener al margen y en general esos sentimientos los plasmo en obra fotográfica y gráfica en la que cobra importancia la utilización de la palabra. Por ejemplo, en las series “Sine qua non”y “El destacado es mío,” las palabras que elijo, fundamentalmente por su sentido profundo, reafirman mi punto de quiebre, en cuanto a la significación y la trascendencia de la obra. La resonancia y poder de la palabra, me permite interpelar a un público amplio e invitarlo a reflexionar. En la serie “El destacado es mío” utilizo textos de diferentes autores, y destaco las palabras mediante el uso de negritas. Me interesa enfatizar significantes que me permiten agregar nuevos sentidos a los textos seleccionados. El uso exclusivo del blanco y negro, evoca la materialidad del libro y potencia la palabra, la austeridad de la página escrita y el valor y la resonancia de esta última. Para la realización de las obras utilizo los materiales que me rodean, como los papeles, las tipografías y los diseños; las herramientas, y todo aquello que pertenece al mundo de la gráfica; asimismo trabajo con telas, las calidades, las texturas y los estampados que forman parte del universo textil. Tomo fotos, imprimo telas y papeles, hago objetos con estos materiales y también los instalo. Sin embargo, aún con esa dominancia, no me siento inserta exclusivamente en ninguna especialidad, sino que obro, muy genéricamente, como una artista visual.
MCB: Siguiendo el hilo de la pregunta anterior, tu obra pasa del campo plástico al visual combinando obras gráficas, textiles con fotografía digitales intervenidas, entre otros. A modo general—luego hablaremos de algunos casos puntuales—contanos sobre la diversidad de estas elecciones, qué motiva los cambios tanto estéticos como de los soportes y dimensiones de las obras.
CB: Me interesan los procesos de experimentación en los cuales no puedo preveer el resultado, esto me lanza a algo nuevo, donde encuentro un disfrute, algo lúdico. La diversidad ya sea en los contenidos temáticos, en las formas, y en las técnicas es parte de un modo de trabajo y de pensamientos que trascienden las fronteras y las especialidades; como he dicho en diferentes oportunidades me considero una artista visual y aplico todas las herramientas y materiales que considero necesarias para la realización de la obra. Por ejemplo me resulta atractivo trabajar en una misma obra lo artesanal de un bordado en una tela, con el rigor de una tipografía despojada de borde neto; romper los límites de los soportes, escribir en la tela y bordar en el papel. Comenzar con un dibujo sensible a mano alzada y realizarle procesos digitales para terminar en una obra geométrica que luego materializo en tela.
MCB: Las instalaciones se dan cita en los objetos y muy especialmente en las instalaciones. Tomemos un ejemplo que quieras—podría ser Agua Lava o Paraná—para contarnos sobre el proceso de trabajo. También aquí hay un vínculo interesante con la naturaleza como tema de interés.
CB: La naturaleza ha sido uno de los temas mas suscitadores; mediante tiras de telas rasgadas he construido volúmenes que aluden a fenómenos naturales, como las erupciones en Agua Lava o al curso de las aguas de un río en Paraná, dando respuesta al maltrato que le damos. Utilizo en estas obras una gasa acrílica que al rasgarla de forma manual, sin el uso de tijeras, mantiene una prestancia que permite la construcción de volúmenes de gran formato, que avanzan en el espacio. A su vez esa textura también se ha expresado en piezas gráficas mediante la utilización de diferentes tipos de rodillos que yo misma construyo, esto ha dado lugar a una forma experimental de monocopia.
MCB: Tu recorrido dentro del campo gráfico es vasto. El grabado se reafirma en las litografías, monocopias y variantes. Esto tiene que ver también con tu propia fabricación de algunos de los materiales como los rodillos que ejecutan piezas únicas dentro de una técnica que habilita la reproducción técnica. Salgamos del plano bidimensional y contanos cómo esto se transforma en tridimensional, por ejemplo en los libros de artista, tan centrales en tu corpus de obra y con la palabra utilizada como un elemento plástico propiamente dicho. Danos algunos ejemplos para compartir.
CB: Así como el volumen texturado tiene un correlato gráfico, tambien las piezas gráficas pensadas para el plano se pueden desplegar como volúmenes en los libros de artista; como en el libro objeto los colgados que está compuesto por una caja que contiene cables detrás de un vidrio; dentro de la misma se encuentra una pieza desplegable de 240 centímetros realizada en fotolitografia sobre papel con intervenciones en hilo. Este libro forma parte de una serie de fotografías y obras gráficas que remiten a la necesidad de la toma de conciencia de una falta; de quienes, vulnerables y frágiles, se aferran a la vida de la única forma que les es posible. Colgados de los cables de electricidad, sin futuro, pendientes de un hilo. Mi intención es sensibilizar al espectador, comprometerlo a, por un instante ponerse en el lugar del otro. Por otro lado, en el libro Sine qua non por ejemplo, los pliegues y la superposición de palabras lo convierten en piezas cargadas de visualidad. Este libro es parte de una serie con el mismo nombre. Forman parte de la misma un conjunto de piezas gráficas cuyos textos aluden a la vida religiosa, política, jurídica y popular, como la oración religiosa Padre Nuestro, el Himno Nacional Argentino y la canción de cuna “Arrorró mi niño.” Mediante la superposición de las palabras que componen los textos, se genera una textura visual de carácter informe en la cual se destacan algunas muy significativas. Esas palabras priorizadas por su mayor tamaño y nitidez son las que aluden a valores sin los cuales la existencia carecería de sentido.
MCB: Mencionamos anteriormente a la fotografía como una línea lógica, si continuamos el sendero del grabado. Aparece aquí otro grupo de temas de interés que se suman a los anteriores y se interrelacionan, poniendo en foco en una afilada lectura de la realidad social: las series de “Los colgados” y “Mensajes del mar” son algunos ejemplos que dan cuenta de ello. Trabajos pensados como polípticos, composiciones digitales que cobran gran formato, me pregunto si tienes pensado sacar la fotografía también al espacio.
CB: En muchos casos pienso a la fotografía instalada en la pared y en el espacio. En ese sentido las diferentes composiciones que se plantean son dictadas de algún modo por lo que sugiere la fotografía. Por ejemplo la serie “Barcelona” surgió espontáneamente, sin una búsqueda deliberada. Navegando sobre la costa de la ciudad comencé a ver formas geométricas que me llamaron la atención. Estructuras de metal que cumplían funciones de carga y descarga: contenedores, grúas, máquinas semejantes a jirafas cuyo detalle me remitían a obras de Mondrian: así comencé a sacar fotos, tomas directas que luego instalé como si fuesen composiciones abstractas con un ordenamiento ortogonal. En la serie “Rastro,” en cambio, el orden es aleatorio y nace a partir de lo que propone el espacio urbano como una especie de naturaleza artificial, que históricamente fue el universo del pop y de muchas propuestas hasta el presente. Los mercados de pulgas o rastros, por ejemplo, me ofrecen encuentros inesperados y asociaciones insólitas, pero también unidades y homogeneidades igualmente llamativas.
MCB: El 2020 inició con una muestra individual en una galería de Rosario donde pudiste justamente explorar el espacio con propuestas que intervinieron tanto las paredes como el espacio transitado por el espectador. Contanos sobre esta experiencia.
CB: Para la muestra 2020 en Gabelich Contemporáneo, trabajé a partir de una serie de piezas donde hay una interacción entre bocetos gráficos y realizaciones textiles, de ahí que muchas de estas obras participan de lo que podría denominar una geometría blanda. Esto es piezas de borde neto resueltas con materiales mórbidos como los géneros. Estas piezas, a veces enmarcadas con vidrios, conforman grandes instalaciones de pared, otras veces los tapices reversibles se pueden colocar jugando con las posibilidades de la sala, ocupando una pared o sobre un ángulo de la misma. Por ejemplo, la obra Cae la noche tropical es una pieza textil de gran formato reversible; de una de sus caras se pueden ver todos los colores de los géneros con los que trabajé y del otro la línea de costura a manera de dibujos. También en algunos casos, pequeños bocetos textiles se acumulan formando volúmenes sobre repisas. En los trabajos que presenté en esta muestra el concepto va en torno a la materialidad y el procedimiento. Tensiones entre pares y opuestos. Transito de obras minimalistas austeras, a lo cálido mas complejo donde prolifera el color. En esta serie la búsqueda de la belleza juega un rol importante.
MCB: ¿Cuáles son los planes para el futuro inmediato en tu producción?
CB: El próximo paso es jugar mas espacialmente. A partir de formas geométricas construidas y enmarcadas para la muestra anterior, voy a generar objetos que se despliegan y ocupan de diversa manera el espacio real. En algunos casos se pueden ampliar hasta llegar a grandes formatos y en otros trabajar en pequeñas escalas, como los bocetos que estoy realizando. En este momento me encuentro definiendo sobre las posiblilidades de materialización de las obras. Algunos de los materiales que tengo previsto utilizar son madera y chapa plegada para las esculturas e instalaciones que devien de Nocturnos, las mismas tendrán formas geométricas netas y serán de color negro; y para las instalaciones que devienen de la obra Cae la noche tropical, utilizaré géneros de colores quebrados.