La obra de Analia Hahn transita distintas materialidades: desde la aparente fragilidad de lo textil hasta la contundencia de los materiales industriales. Con temas claves en su producción artística tales como la incomunicabilidad, la soledad y la individualidad que lucha por sostener su identidad entre la “sociedad mundial,” la artista busca alimentar el plano de la imaginación y la creatividad invitando al espectador a conectarse con una propuesta que trascienda los límites de lo evidente.
Licenciada en Publicidad por la Universidad del Salvador, con amplia trayectoria en el medio gráfico y artístico desde 1982, Analia Hahn se formó además junto a artistas como Silvia Brewda, Ariela Naftal, Mirta Kupferminc, Laura Nucenovich y Claudia Aranovich, entre otros. Su obra participa de salones nacionales e internacionales entre los que se destacan las distinciones recibidas de la Sociedad Argentina de Artistas Escultores, la Bienal de Arte Textil Museo Rómulo Raggio, el Museo Jose Hernández, la Bolsa de Comercio de la ciudad de Buenos Aires, el Salón Artes Plásticas Tarbut y la Bienal de Arte Textil Lago di Como, Italia.
María Carolina Baulo: En tu statement dices haber crecido entre elementos de costura e hilos y que ellos se combinan con otras materialidades para conformar tu obra, aunque siempre jerarquizando el protagonismo del textil. Contanos sobre este proceso de selección de materiales y cómo se da el proceso de trabajo.
Analia Hahn: Es así, mis abuelos y después mis padres se dedicaron a la confección de ropa y yo crecí jugando entre máquinas de coser, hilos, botones y telas, y si bien la ropa en su sentido más convencional no es lo mío, siempre sentí curiosidad por el otro significado que podemos darle a lo que nos cubre, nos separa, aisla, protege, esconde, oculta, ante el otro que puede estar mirando. Soy una artista que investiga mucho sobre diferentes materiales de todo tipo y muy inquieta siempre tratando de relacionar materias y texturas que cotidianamente no dialogarían, como contrapunto a esta falta de comunicación que me preocupa. Hierros y telas se miran y entrelazan, acero y lanas naturales sin teñir, hilos de algodón forman una nueva urdimbre cuando abandonan su lugar en una tela y nace un nuevo ser que se replica en los espejos. Esa transformación de la tela al deconstruirla y despojarla de su función utilitaria es un concepto en el que permanentemente trabajo y ver el resultado, el nuevo movimiento, sus pliegues, gestos y ondas, rincones ocultos, es contar otra historia, casi como si una danza que invitara a recorrerla con la mirada, desafiando la imaginación.
MCB: Podemos tomar las series “Borderline,” “El margen de lo real,” “Contrapunto,” “Desgarros,” “Invisibilidades,” “Miradas” y “Medidas” y allí encontraremos que no solamente el material es el alma que le da coherencia a la obra a lo largo de los años de trabajo sino que hay una presencia conceptual importante. Contanos sobre los temas que abordas y la importancia que le das al concepto.
AH: Deconstruir para reconstruir, la mutación de la materia, la resiliencia, reinventar para ser el otro, de alguna manera mostrar que puede haber diálogo hasta entre opuestos, movilizar desde un lugar de no complejidad y lograr la mirada es maravilloso y apasionante. Justamente, ese otro que nos puede estar mirando es el que se inquieta al verse reflejado e incorporado a una obra que para cada espectador es diferente. En mi serie “Borderline,” intento ese juego entre lo que es real, lo que puede ser y la intervención del otro. El problema de la incomunicación dentro de este mundo actual en donde el exceso de estímulos comunicacionales nos termina aislando dentro de nosotros mismos sin prestar atención a lo que nos rodea, es otro de los temas que abordo en mis obras. El celular, la tv, la radio, etc., nos sumergen en mundos que si bien pueden mantenernos informados, a veces nos abstraen tanto que ni sabemos quien tenemos al lado o si nos están hablando.
MCB: Volviendo un poco a los materiales y vinculando con los temas de la pregunta anterior, me interesa particularmente saber porqué utilizas tantos espejos como soporte y cómo se vincula esa elección con la importancia que le das a “la mirada” en tu obra. ¿A qué mirada haces referencia en particular?
AH: La “mirada,” hay algo muy profundo en esa palabra, siempre hay una mirada, aunque no mire, siempre hay un otro, ese es nuestro mundo, y desde ahí es el abordaje a la obra. El otro es importante porque le permite sentirse parte de la obra tanto si se siente identificado como si siente que no pertenece en absoluto, igual ya se modificó porque algo lo animó a ver. Eso que moviliza a verse reflejado incorpora al otro a la obra misma, y esa obra es para ese ser que la está mirando, singular y diferente a otro porque lo incluye.
MCB: ¿Crees que el espacio que contiene la obra, su forma de ser montada y exhibida, condiciona su lectura de parte del espectador? ¿Cómo cuidas estos detalles no menores?
AH: Reconozco que soy un poco obsesiva en los detalles, siento que todo importa y eso modifica la lectura, soy prolijamente desprolija cuando quiero y muy cuidadosa a la hora del montaje, y eso es parte de lo que voy a mostrar. Mis obras tienen la particularidad de invitar a ser tocadas, por su cualidad de ser telas o hilos de algodón y no tener vidrios ni otros elementos que las separen del observador. Se pueden tocar y sentir, son sensoriales, y eso es muy importante a la hora del montaje. Pueden parecer frágiles pero invitan a ser sentidas.
MCB: Contanos sobre las muestras y proyectos que tenés este 2019; tengo entendido que incluyen muestras colectivas, individuales y hasta una participación en la Bienal de Jerusalén.
AH: Este 2019 es un año de mucho trabajo y obras grandes, lo que es un desafío para mí, acostumbrada a trabajar en pequeño formato. Vi concretados dos proyectos de murales de medidas variables que estaban en carpeta y pude realizarlos en un espacio hermoso de exposición como es el Centro de Arte Contemporáneo “La Casona de los Olivera,” cuyas salas enormes me permitieron desarrollar estos trabajos libremente y siguen exhibidos hasta el momento. También estoy trabajando para una muestra individual en una galería a mitad de año y en Octubre voy a estar participando de la Bienal de Arte Contemporáneo de Jerusalén con la reconocida artista Mirta Kupferminc como curadora del espacio Argentino.