Ilusión sostenida, 2017. Madera, pintura, vidrio, iluminación y masilla epoxi, 80 x 90 x 60 cm. Foto: Fundación Osde

Buscando la Geometría Universal: Una Conversación con Hernán Salvo

Egresado del IUNA con profesorado de escultura y un postgrado en dibujo realizado en la Universidad Torcuato Di Tella guiado por el reconocido artista Eduardo Stupia, Hernán Salvo desarrolla su obra siempre nutriéndose de los conocimientos que le aportan los grupos de análisis dirigidos por artistas y teóricos y las residencias internacionales. Su obra se desarrolla en un campo multidisciplinario, combinando distintos conocimientos tanto prácticos como conceptuales que hacen que sus esculturas, pinturas e instalaciones, recreen espacios lúdicos y guarden entre sí una coherencia y lógica que permite reconocer detrás de cada trabajo, la estética propia del artista. En sus últimos trabajos, la geometría cobra mayor relevancia en tanto la pone en diálogo con las leyes universales, buscando las interacciones de los volúmenes en relación con el plano que los contiene y el espacio que las rodea, interpelando al espectador, demandando una respuesta activa frente a sus obras. Su trabajo se ha exhibido en importantes espacios argentinos tales como la galería Miranda Bosch, la Fundación OSDE, el Centro Cultural Recoleta, el Patio Itaú Cultural, la galería Matilde Besignor y Schlifka-Molina, entre otros. Obtuvo premios como el UADE (2019), V Bienal de Pintura Rafaela (2013), Dibujo en el Salón Nacional (2011), Fundación Williams (2010), Salón Municipal Manuel Belgrano (2005); en 2017 recibe el Subsidio para la beca creación del Fondo Nacional de las Artes y en 2006 la Beca Fondo Cultura BA a la creación. Su obra forma parte de colecciones privadas de España, Portugal, Alemania, Francia, Marruecos, Tailandia, Colombia, Brasil, Uruguay y Argentina.

Cuboctaedro, 2016. Madera, lente y iluminación, 34 x 45 x 45 cm. Foto: Lluis Miras

Maria Carolina Baulo: Madera enchapada, vidrio, papeles de aluminio, motores, acetatos, fibra óptica, bronce son algunos de los materiales que utilizas para tus obras escultóricas, lumínicas e instalaciones. Contanos sobre estas elecciones en relación a las series que desarrollaste en los últimos años, como por ejemplo “Dioramas” (2016) y “Tridimensionales” (2017)—antecedentes por cierto de lo que vendría en el futuro.
Hernan Salvo: La madera es un material con el cual me siento muy cómodo para trabajar por su plasticidad y multiplicidad de posibilidades resolutivas. El resto de los materiales aparecen por una necesidad de satisfacer ciertas resoluciones técnicas que demanda la obra. La experimentación de materiales es una parte activa de mi proceso de trabajo y de esta experimentación me nutro para nuevas búsquedas creativas. Cuando incorporo algún material nuevo, inmediatamente comienzo a pensar qué otro uso le puedo dar en la siguiente obra. Cuando trabajé en la serie “Dioramas” (2016) me interioricé en la utilización de iluminación LED con acetatos para ambientar lumínicamente las escenas, esto me llevó a pensar en trabajar con la luz como un pigmento y surgieron los trabajos “Lumínicos” (2018).

MCB: En la serie de las “Lumínicas” aparece, lógicamente, la luz pero en un juego entre lo bidimensional y la salida del plano. Hay también obras tales como Recorrido (2018) inspirada en las vibraciones cromáticas. Contanos sobre todos estos trabajos que suponen un interesante juego óptico entre lo bidimensional y la tridimensionalidad.
HS: En esas obras que mencionas, por más que sean obras bidimensionales hay un juego constate con la tridimensionalidad. En las obras lumínicas la cualidad expansiva de la luz hace que la obra se expanda más allá de los límites que la contienen, invadiendo el espacio alrededor. Recorrido hace parte de una serie de trabajos que tienen como eje conceptual las formas laberínticas, en este caso la obra hace alusión a nuestro acotado espectro visible; el laberinto nos recuerda los límites de nuestra percepción, donde las vibraciones infrarrojas y ultravioletas no son percibidas. En cuanto a lo formal la obra tiene las paredes de los pasillos pintados en degradé, que al reflejarse el color sobre la pared enfrentada genera una refracción y una vibración del color y de la luz en el espacio que lo delimita.

Recorrido, 2018. Madera y pintura, 76 x 78 cm. Foto: Rocio Valdés

MCB: Tu obra tiene una gran base conceptual. En las últimas series venís desarrollando la temática de la “geometría universal”; me interesa saber cómo lo desarrollas y cómo se plasma materialmente en la obra. Algunos ejemplos interesantes son las obras Horizonte de sucesos y Pasaje.
HS: Sí, de alguna forma cada serie gira en torno a un eje conceptual que las reúne. Desde hace un tiempo mis trabajos se han acercado a la geometría y al minimalismo. Esto se explica quizás por mi búsqueda conceptual que ha virado hacia la observación del universo y sus leyes físicas. La “geometría sagrada” reúne fórmulas matemáticas y formas geométricas que se repiten dentro del universo generando patrones que explicarían ciertos fenómenos del universo y conectaría todas las formas de vida y movimiento que existen dentro de él. Inspirándome en tales observaciones, comencé a realizar abstracciones de estos “fenómenos físicos.” Obras como Horizonte de sucesos y Pasaje se basan en la observación de agujeros negros: ¿Qué pasaría si una escultura fuera succionada por su propio “pedestal” y se metiera hacia adentro? Pasaje es un objeto cuadro que sobresale de la pared en forma perpendicular y propone dos lados de observación, desde un lado no se observa el otro lado, pero sí se puede observar hacia el otro lado mediante un orificio en el centro de la obra.

MCB: Tu obra tiene gran preponderancia de las instalaciones, esculturas y puestas en escena en relación con el espacio y el espectador, a quien siempre pones en una situación reflexiva, activa frente a tus trabajos. Pienso en la instalación que desarrollaste en la Fundación OSDE en 2017 para que nos cuentes con un ejemplo concreto.
HS: Me interesa que el espectador se sienta inquietado con la obra de alguna forma. En la serie de “Dioramas” obligaba al observador a mirar a través de una mirilla. En la muestra de la Fundación OSDE presenté cuatro esculturas que representaban los sólidos platónicos, las figuras tenían orificios que exigían al espectador tener una respuesta activa ya que un desprevenido se perdía de mirar hacia el interior y encontrar el espacio interno dentro de la obra. Además la muestra proponía algo más que la hacía un site specific—en la sala contigua había una maqueta en escala 1:10 que representaba la sala que el espectador acababa de visitar. Esta confrontación de escalas, de alguna forma, replanteaba la observación de la obra y de la muestra, poniendo al observador desde una óptica diferente y haciéndolo parte activa del site specific.

Ilusión sostenida (interior), 2017. Madera, pintura, vidrio, iluminación y masilla epoxi, 80 x 90 x 60 cm. Foto: Fundación Osde

MCB: Otra instalación más reciente es Infinito y allí se simula la orbitación de estrellas sobre un centro de atracción y le presenta al espectador una experiencia vivencial donde se acerque a experimentar ese fenómeno que se da en las estrellas. Contanos sobre esta obra y para qué espacio la pensaste.
HS: Infinito es una instalación que se comprende de un orificio sobre una pared de un diámetro de ocho centímetros, a través del cual el observador accede con su mirada y se encuentra una vista astronómica en miniatura donde pequeños objetos celestes orbitan alrededor de un centro gravitatorio. La obra reflexiona acerca de la inmensidad de lo infinito, así como conocemos la inmensidad del espacio sideral y se nos presenta enorme e inconmensurable hacia lo más grande, debemos pensar que lo mismo es hacia lo más chico. La obra representa la idea de fractalidad, así como se amplía el espectro visible cambiando de escalas, se encuentra con patrones geométricos que gobiernan las leyes del universo que se repiten de manera similar y rigen los comportamientos y morfología de todas las formas energéticas en el universo.