Coordinadora de Artes Visuales y Programa de Arte Público del Parque de la Memoria, Argentina
Las aguas aparentemente inofensivas del Río de la Plata, bordean la capital de Buenos Aires conteniendo en sus profundidades enigmas, historias, silencios obligados. El Parque de la Memoria–Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado se levanta como un emblema de la necesidad mantener activa la memoria y desafiar en pleno espacio público, a quien quiera acercarse y ver, a conectarse con una verdad reciente, vigente y dolorosa de las últimas décadas de la Argentina; poder hacerlo de la mano de una propuesta que está guiada, en gran parte, por el arte, es un dato no menor. El soberbio Monumento que rinde homenaje a las víctimas, inmortalizando sus nombres en la piedra perpetua, es acompañado en forma permanente por inteligentes e interesantes obras representativas de las más variadas miradas de artistas contemporáneos internacionales.
Actualmente dirigido por Nora Hochbaum y con Florencia Battiti a la cabeza de la Coordinación de Artes Visuales y Programa de Arte Público, el Parque cuenta con un equipo de Producción e Investigación y Archivo. Con fecha de nacimiento en 1998 por Ley Nacional, el Parque fomenta una necesidad básica del ser humano: cultivar el conocimiento para comprender y recordar la historia y luchar activamente por mantener a flote la verdad. Conversando con Florencia Battiti—curadora oficial del Pabellón argentino en la próxima Bienal de Venecia 2019—ella nos cuenta sobre la experiencia de trabajar en un espacio donde arte y memoria trazan un frente común.
Maria Carolina Baulo: Es imprescindible comenzar por preguntarte sobre la interacción que se da entre el Monumento, las obras de arte y el Parque que todo lo contiene. Tu opinión y experiencia como Coordinadora de las Artes Visuales del Parque es fundamental.
Florencia Battiti: Esa interacción (que funciona muy bien a mi entender) entre el paisaje, el monumento y las obras de arte, no fue sin embargo algo que se haya tenido en cuenta a priori. Tanto el diseño arquitectónico, paisajístico y del monumento como la selección de las esculturas que forman parte del proyecto, fueron resultado de concursos públicos. Pero esos concursos (uno nacional, organizado por la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires [FADU] y el otro internacional organizado por la entonces Comisión pro Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado) se llevaron a cabo por separado a fines de los años noventa, sin una coordinación de acciones conjunta. Esa coordinación se comenzó a realizar a partir del año 2000/2001 aproximadamente, cuando yo comencé con la producción artística de algunas de las esculturas premiadas y se sigue llevando actualmente a cabo entre el Consejo de Gestión del Parque de la Memoria y Alberto Varas (uno de los arquitectos que ganó el Concurso organizado por la FADU y quien, desde entonces, continúa vinculado con nosotros). Esa interacción además, es fundamental en términos conceptuales: el monumento exige una interacción con el Río de la Plata y las esculturas a su vez plantean una relación con el monumento y con el río.
MCB: ¿Cuáles son los ejes sobre los que se traza la propuesta del Área de Arte del Parque de la Memoria?
FB: El programa curatorial apunta a proyectos que aborden las problemáticas en relación a la memoria política en sentido amplio y desde perspectivas no dogmáticas. Estamos convencidos de que el arte problematiza desde lo poético y habilita miradas infrecuentes sobre problemáticas acuciantes para toda la sociedad. Personalmente creo en trabajar de manera seria pero no solemne. Realizamos exposiciones de artes visuales con curaduría y producción institucional (como, por ejemplo “Tiren papelitos. El mundial 78 entre la fiesta y el horror,” que fue concebida desde las áreas de Arte e Investigación del Parque de la Memoria conjuntamente con Memoria Abierta y el colectivo de periodistas NAN) y también invitamos a curadores a que nos acerquen sus proyectos. Lo que intentamos siempre es abordar los artistas de nuestro pasado reciente sin congelar ni aplanar sus complejidades y trazando perspectivas y relaciones con el presente. La idea es trabajar con una agenda que atienda a los problemas que hacen a nuestra contemporaneidad, explorando también cuestiones ligadas a las problemáticas político-ambientales, el avance de las políticas neoliberales, el peso que lo económico tiene en nuestras vidas, etc. A su vez, trabajamos con proyectos que nos resultan afines como ser la Bienal de Performance (invitando dentro de su marco, por ejemplo, a Laurie Anderson, o realizando una exposición de Lola Arias) y con BIENALSUR (invitando a Regina Silveira, prestigiosa artista brasileña, a intervenir el Pabellón de Entrada al Parque en 2018). Estamos orgullosos del programa curatorial que venimos elaborando y evidentemente el medio reconoce también su importancia, dado que Radio France International y Radio Cultura nos otorgaron un premio por el proyecto curatorial del Parque en 2017.
MCB: Fruto del Concurso Internacional de Esculturas desarrollado en 1999 al cual hiciste referencia, un prestigioso jurado seleccionó ocho proyectos ganadores: Claudia Fontes (Argentina), Rini Hurkmans (Holanda), Marie Orensanz (Argentina), Grupo de Arte Callejero (Argentina), Nuno Ramos (Brasil), Marjetica Pötrc (Eslovenia), Germán Botero (Colombia) y Dennis Oppenheim (Estados Unidos). Pero también hubo menciones e invitaciones especiales a artistas cuyo compromiso con la defensa de los derechos humanos ha sido siempre notable en su carrera. Tomemos algunos ejemplos para que nos cuentes sobre las obras, y la dinámica de trabajo con los artistas. Por ejemplo, Sin Título de Roberto Aizenberg; Torres de la Memoria de Norberto Gómez; Reconstrucción del retrato de Pablo Míguez de Claudia Fontes; Carteles de la Memoria del Grupo de Arte Callejero; Monumento al Escape de Dennis Oppenheim, entre tantos.
FB: Un año después de que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires promulgara la ley que dio creación al Parque y al Monumento, la Comisión que por entonces gestionaba el proyecto lanzó un Concurso Internacional de Esculturas en el que se convocaba a artistas a presentar trabajos que abordaran la problemática del terrorismo de Estado en Argentina. Durante el transcurso de 1999, la Comisión pro Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado recibió 665 proyectos provenientes de 44 países. Un jurado integrado por el artista Carlos Alonso; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el curador británico David Elliot; la especialista norteamericana en arte público Françoise Yohalem; el curador brasileño Paulo Herkenhoff; el escultor Enio Iommi; el crítico de arte Fabián Lebenglik; la curadora y crítica de arte cubana Llilian Llanes; el historiador del arte Marcelo Pacheco y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel premió los proyectos escultóricos de Germán Botero (Colombia), Claudia Fontes (Argentina), GAC (Grupo de Arte Callejero, integrado por las artistas argentinas Violeta Bernasconi, Lorena y Vanesa Bossi, Mariana Corral y Carolina Golder), Rini Hurkmans (Holanda), Dennis Oppenheim (Estados Unidos), Marie Orensanz (Argentina), Marjetica Potrc (Eslovenia) y Nuno Ramos (Brasil). Además, el jurado otorgó cuatro menciones honoríficas que correspondieron por orden de mérito a Per Kirkeby (Dinamarca), William Tucker (Estados Unidos), Nicolás Guagnini (Argentina) y Clorindo Testa (Argentina).
Por otra parte, la comisión organizadora invitó por fuera de concurso a seis artistas, dada su trayectoria y compromiso con los derechos humanos: Roberto Aizenberg, Juan Carlos Distéfano, Norberto Gómez, Leo Vinci (todos ellos argentinos), Magdalena Abakanowicz (Polonia) y Jenny Holzer (Estados Unidos).
A comienzos de 2000 comencé a trabajar en la producción artística de las esculturas. Desde entonces, las decisiones concernientes a la construcción y emplazamiento de las obras se toman en el seno del Consejo de Gestión del Parque de la Memoria, a partir de estudios de factibilidad que se realizan caso por caso, teniendo en cuenta cuestiones relacionadas tanto con los procesos constructivos y presupuestarios, como con el mantenimiento a futuro de cada una de las esculturas. Hasta la fecha, llevamos construidas y emplazadas las obras de Tucker, Oppenheim, Aizenberg, Grupo de Arte Callejero, Guagnini, Orensanz, Gómez y Fontes. En los próximos días, estamos iniciando la construcción de la escultura de Germán Botero, que estará ubicada sobre una de las lomas que mira hacia Ciudad Universitaria.
MCB: ¿Qué es lo que se viene para el 2019?
FB: Durante el 2019 tenemos programadas seis muestras (tres en la sala principal y tres en el Espacio Base de Datos). Arrancamos el año con una exposición que revisita la pueblada conocida como “El Cordobazo” y con una muy interesante exposición de Alicia Herrero, que reflexiona sobre los aspectos criminales del capitalismo. Como en años anteriores, vamos a formar parte de la Bienal de Performance y de BIENALSUR. En este último caso con una exposición ideada por Malena Pizani, Laura Códega y Hernán Soriano que aborda la figura de la “bruja” en tanto mujer que fue perseguida por portar conocimiento, y sus derivas contemporáneas. Contaremos además con muestras de Dani Zelko y Gonzalo Elvira y hacia fin de año con un proyecto ideado por Lucrecia Martel y Alejandro Ros. Desde el Parque de la Memoria le pondremos mucha garra y creatividad a un año que se perfila como complejo y difícil desde todo punto de vista posible.
El sitio web del Parque de la Memoria: parquedelamemoria.org.ar